¿Cuándo debería esquilar a mi burro?
Nunca lo hagas salvo que tengas un motivo real para hacerlo.
- Los burros necesitan su capa natural por muchas razones. Les ayuda a regular su temperatura y les protege de las condiciones meteorológicas y de las moscas
- Es más probable que necesiten ser esquilados entre finales de la primavera y final del verano
- No le esquiles por completo salvo que vaya a realizar algún trabajo pesado o participe en alguna exhibición
- Los burros ancianos con pelaje largo debido a un desequilibrio hormonal son la excepción. El veterinario puede aconsejarte que esquiles al animal en el verano y en el invierno si se da el caso.
Puede que necesites esquilar a tu burro parcialmente sí:
- Tiende a tener un manto espeso en el invierno y le cuesta hacer la muda durante la primavera
- El pelo de la panza lo tiene largo, por lo que se puede apelmazar y resultarle incómodo
- Sufre algún problema cutáneo (como una infestación por piojos)
- Tiene una herida que tienes que limpiar y mantenerla libre de pelo u otros restos
- No ha mudado el manto de invierno en los meses especialmente calurosos del verano, lo que les causa sudor.
Pide asesoramiento a tu veterinario si el burro tiene piojos o alguna herida y crees que es necesario esquilarlo.
¿Qué puedo hacer para que mi burro se acostumbre a ser esquilado?
Si el animal nunca ha sido esquilado, haz que se sienta cómodo con el ruido y el tacto de la esquiladora. Tómate tu tiempo y no continúes hasta que esté relajado y en calma.
- Aléjate del burro cuando vayas a encender la esquiladora. Observa su reacción
- Si el ruido no parece molestarle, acércate a la zona de su hombro
- Con cuidado, colócate la esquiladora sobre la palma de tu mano y sitúa el dorso de tu mano sobre el hombro de tu burro. Este gesto hará que experimente la vibración de la esquiladora
- Retira la mano y coloca la esquiladora sobre el hombro del burro directamente. Pásasela a contrapelo para que sienta la vibración sin llegar a cortar el pelo
- Si el animal sigue en calma, es momento para comenzar a esquilarlo.
¿Cómo me preparo para la tarea?
Asegúrate de que todo tu equipo está en buen estado de funcionamiento antes de esquilar a tu burro.
Al esquilarlo, necesitarás: máquina de esquilar, dos o tres juegos de cuchillas, aceite para la máquina, un cepillo pequeño (para limpiar la cabeza y la ventilación de la máquina durante el esquilado), un cable de extensión, toallas de papel o trapos (para limpiar la máquina y las cuchillas
- Comprueba que la tuerca de regulación de la maquinilla está colocada correctamente. Lee atentamente las instrucciones del fabricante
- Normalmente es mejor utilizar cuchillas A2 (medianas). Para burros más mayores, prueba con las A6 o A7, son más gruesas y no quitan tanto pelo
- Asegúrate de que la zona donde trabajes tenga buena iluminación, sea tranquila, esté seca y libre de obstáculos
- Evita que haya cables por el suelo. Si es posible, ata los cables extensibles a una viga.
- Para mayor seguridad, dispón de un disyuntor
- Lleva ropa apropiada (zapatos con punteras de acero y protección corporal). Si tienes el pelo largo, recógetelo
- Asegúrate de que tienes mantas suficientes para que el burro no coja frío, especialmente si lo estás esquilando por completo
- Cuenta con alguien para que te ayude si así lo precisas
- Haz el trabajo con calma, sin prisa
- Comprueba que el animal está seco y bien esquilado. Si el manto se ha esquilado correctamente, permitirá que las cuchillas te duren más y emplees menos tiempo
- Corta los mechones que se hayan formado del pelo apelmazado con una tijera de punta redonda
- Revisa que no haya cortes o bultos en la piel para evitar que la cuchilla les pueda pasar por encima
- Habla con tu veterinario en caso de que el burro se ponga nervioso o te dificulte la tarea. Puede que necesite sedación.
Voy a esquilar a mi burro: ¿cómo lo hago?
Al esquilar a tu burro, mantén el cable de la máquina sobre tu hombro y no permitas que el burro lo pise. Asegúrate de esquilar solo lo necesario. Puede que solo sea necesario esquilar la parte inferior del vientre y el cuello.
Si el burro se muestra nervioso, pídele a alguien que lo sujete o que lo distraiga con algún premio. Para más información consulta la ficha de Premios para los burros.
Tu burro puede necesitar tener a la vista a su compañero, ya que los burros que tienen un vínculo cercano pueden estresarse si se separan.
Si el animal comienza a agobiarse, para la actividad. Deja que se vaya y continúa otro día. Quizá tengas que volver al punto de partida (acostumbrarlo al ruido y al tacto de la maquinilla), o consultar con tu veterinario si la sedación es una opción.
Consejos clave para esquilar a tu burro:
- Esquila siempre a contrapelo. Ajusta el esquileo siempre que la dirección del pelo cambie.
- Mantén la superficie de la cuchilla plana a la piel con suficiente presión
- Ten cuidado en las zonas con más piel suelta (como la babilla o el pecho). Estira suavemente la piel con la otra mano hasta que la zona quede tersa. Pídele a la persona que te esté ayudando que estire la pata hacia arriba y hacia adelante para que sea más fácil trabajarle la zona de las «axilas»
- En las patas delanteras, comienza a cortarle el pelo justo debajo del codo y esquílalo justo hasta donde se unen la pata y el pecho
- En las patas traseras, comienza aproximadamente a un palmo por encima del corvejón y esquila hasta la babilla
- Trazar una línea inclinada por encima de las patas del animal, recortará el codo y facilitará mantener limpia la zona situada entre las patas traseras. Cortar en ángulo también ayudará a que no parezca que lleve calentadores
- No esquiles las patas salvo que tu veterinario te lo haya aconsejado
- Pídele a tu ayudante que levante la cabeza del burro si tienes que esquilarla para poder esquilar debajo de la mandíbula
- Cuando el burro esté atado, nunca le desabroches solamente la parte del hocico de la cabezada. Si el animal se retrae, puede que la cabezada le apriete la garganta. En su lugar, deshaz el lazo de la cuerda con la que lo tienes atado y cuenta con alguien para que te ayude
- Ten mucho cuidado cuando vayas a esquilar alrededor de los ojos. Coloca siempre tu mano sobre ellos a modo de protección para evitar posibles daños
- No le cortes los bigotes. Juegan un papel importante en el sentido del tacto, especialmente en aquellos burros parcial o totalmente ciegos
- Sujeta los bordes de las orejas con cuidado. Recorta el pelo que sobresale de arriba abajo con unas tijeras de punta redonda. Normalmente no necesitarás cortar todo el pelo de la oreja
- Si vas a esquilarlo por completo, cúbrele el lomo con una manta mientras trabajas el resto del cuerpo. Recorta una ‘V’ invertida en la parte superior de la cola.
Dependiendo de las necesidades de tu burro, puedes variar el corte (como recortar la línea de la mandíbula o llevar el corte tipo ‘de caza’ hasta entre las orejas).”

Después del recorte:
Cuando hayas terminado de recortar a tu burro, utiliza un cepillo corporal para eliminar el pelo suelto. Retira el pelo cortado para evitar que tu burro lo coma y no lo pongas en el montón de estiércol, ya que tarda mucho tiempo en descomponerse.
Si es necesario, asegúrate de cubrir a tu burro con una manta del grosor adecuado según el clima. Algunos burros, especialmente aquellos con piel clara, pueden volverse más sensibles después del recorte, por lo que es importante protegerlos del sol y de las moscas. Consulta nuestro recurso sobre protección contra insectos para burros para más información.
¿Cómo cuido de mi esquiladora y las cuchillas?
Deberías:
- Limpia frecuentemente el pelo del cabezal y del ventilador. Así evitarás que tanto la maquinilla como las cuchillas se calienten y quemen al animal
- Comprueba con las manos si las hojas están calientes. Puede ocurrir por varios motivos
- Si es necesario, rocía un poco de aceite en el orificio situado en la parte superior del cabezal de la maquinilla. En funcionamiento, vuelve a rociar ligeramente un poco sobre los lados y los bordes cortantes de la cuchilla
- Utiliza siempre aceite específico para esquiladoras. Otros lubricantes tienen una consistencia incorrecta que pueden sobrecalentar la esquiladora, restar eficacia a la maquinilla, aumentar el riesgo de que la maquinilla se rompa o puede que no contengan componentes antibacterianos (reducen el riesgo de contagio de posibles enfermedades)
- Quita las cuchillas y límpialas después de haberlas utilizado
- Utiliza un cepillo pequeño (0,6 cm o de 0,63cm mejor) para quitar los restos de pelo atrapados en el cabezal y el ventilador
- Emplea un trapo o papel de cocina para quitar restos de pelo más pequeño, suciedad o exceso de lubricante
- Cepilla las cuchillas y límpialas con un trapo o papel de cocina. Si no las vas a usar durante algún tiempo, rocíalas con un poco de lubricante, envuélvelas en papel (el papel de periódico es ideal) y guárdalas en su caja
- Quita las cuchillas cuando ya no corten bien. Límpialas con papel de cocina y afílalas
- Lleva la esquiladora a revisión anual para evitar riesgos eléctricos. Hazlo antes de que la vayas a emplear. Presta especial atención a los botones de apagado y encendido (a veces están en el lateral del aparato), orificio para el aceite, tuerca de regulación y ventilador (en la parte superior).
No deberías:
- No dejes que el aceite caiga sobre el tornillo de tensión, ya que esto puede hacer que el tornillo se afloje
- No uses ningún otro aceite que no sea aceite para cortadoras
- No separes un par de cuchillas. Las cuchillas se afilan entre sí y se ajustan mutuamente. Si se mezclan juegos diferentes, las cuchillas no funcionarán correctamente
- No laves las cuchillas con agua, ya que esto las hará oxidarse.